Las tecnologías inalámbricas adaptadas a las soluciones auditivas han multiplicado las posibilidades, pero sobre todo han aumentado considerablemente la comodidad, la versatilidad, la discreción y la eficiencia de los audífonos y el resto de accesorios, adecuados para diferentes situaciones y necesidades.
La tecnología inalámbrica se aplica, sobre todo, a las conexiones del audífono con otros dispositivos que pueden mejorar las experiencia, tales como amplificadores o transmisores de televisión o de música a través de MP3. Esta conexión con el teléfono o con los auriculares pueden ayudar al paciente a disfrutar al máximo de los sonidos de su vida diaria.
Se conectan al audífono del paciente a través de bluetooth y les ayudan a mejorar la calidad de una conversación. Los micrófonos direccionales garantizan la transmisión adecuada de las palabras del interlocutor en situaciones de ruido ambiental, como restaurantes, y lo hace de manera sencilla, sin aparatos complicados y, por tanto, sin perturbar la charla.
La tecnología nos permite eludir en gran medida el ruido ambiental. No se trata de un milagro que acabe con el sonido, sino de un sistema de ondas sonoras que contrarrestan las de los sonidos que “ensucian” el ambiente auditivo, como el tráfico o un murmullo, por ejemplo. De esta manera, gracias a los supresores de ruido, las voces se escuchan de un modo mucho más claro.
La tecnología digital se ha unido a la inalámbrica, para ayudar al paciente con la mejora auditiva. Los audífonos wireless o bluetooth pueden conectarse directamente con algunos de los dispositivos más habituales (teléfonos, televisores o equipos de música), de manera que el sonido se reproduzca directamente en el audífono digital, sin ruidos externos que lo entorpezcan.
La comodidad ha sido la gran beneficiada de los avances tecnológicos, porque la tecnología digital ha mejorado la calidad del sonido y su transmisión, pero también el rendimiento. Los audífonos recargables no sólo permiten olvidar las pilas, sino que también eliminan inconvenientes habituales: que el audífono vaya perdiendo eficiencia o que se quede sin batería en el momento más inoportuno.
Uno de los tratamientos de los acúfenos o tinnitus son los audífonos. Por un lado, pueden ser parte de la terapia habituadora que utiliza el sonido terapéutico para contrarrestar el zumbido en el oído; pero también pueden ayudar a hacer frente, de manera específica, a la pérdida auditiva que habitualmente va asociada a la aparición de pitidos en los oídos.
Las últimas novedades de la investigación y de la tecnología digital ofrecen la posibilidad de incorporar sensores biométricos en nuestras ayudas auditivas. Estos sensores son una fuente inagotable de información sobre diferentes parámetros médicos del usuario/a, que permiten adaptar de la mejor manera la solución auditiva a las condiciones particulares.